A punto de terminar el 2010, hice mi análisis del año y el 2011 pintaba para ser uno de mis mejores años, pero el destino siempre nos tiene algo escondido y vaya que la historia fue diferente.
Ahora a punto de terminar este largo 2011, puedo decir que ha sido uno de los años en que he cometidos los mayores errores de mi vida, pero al mismo tiempo gracias a eso, he tenido las mayores experiencias de enseñanza de mis 25 años de vida.
Es de humanos equivocarse, pero es de valientes darse cuenta de los errores cometidos, aprender de ellos y remediarlos. Hay veces que es necesario cambiar nuestro rumbo y no mirar atrás. Y me di cuenta de que entre más fuerte sea el golpe de la caída, más triunfal te sientes cuando logras levantarte. A veces lleva tiempo, pero en algún momento lo lograrás.
Este año me di cuenta de que la única persona que ha estado ahí desde el momento en que nacíste, y que estará hasta el momento en que mueras, eres tú mismo. Y nada debe importar más que tu propio bienestar y tu propia felicidad. Tal vez suene egoísta, pero es la realidad. Y si la gente que dice quererte realmente lo hace, entenderá cualquier decisión que tomes para lograr esa felicidad.
Este año también fue de hospitales, lo cual hace que valores más a las personas que crees nunca se van a ir.
Dicen que la vida no te cobra más de lo que puedes soportar, y que si lo hace te regresa el cambio…y en mi caso, realmente lo hizo.
Por fin el destino logró que se cumpliera algo que tenía 6 años planeando. Pero por cuestiones fuera de mi alcanze… esa historia tendrá que esperar aún.
>Karmella<